6 jun 2012

Volvemos a vernos



Parece que vuelvo a verte, no has cambiado nada, siempre apareces en momentos de debilidad e intentas meterte en mi cabeza. Siembras el desconcierto y el miedo, distorsionas la realidad, y tratas de aprovecharlo para recuperar un puesto que nunca fue tuyo. Provienes de una negatividad antigua que cada vez carece más de sentido, no has nacido conmigo, no eres yo, has nacido como resultado de un cúmulo de despropósitos, pero no volverás a tomar el control, no otra vez. Te conozco cada vez mejor, debí verte venir, siempre cuando estoy en el suelo, muy propio de ti, cobarde.
Ya no soy el mismo que las otras veces, ya no soy aquel niño asustado de lo que se le pasaba por la cabeza, ya no estoy encerrado en un rincón rogando porque que te vayas, ya no estoy solo como siempre intentaste hacerme creer. Me haces pensar que lo he perdido todo para que me aferre a ti como hace tiempo, manipulas la realidad para que todo parezca en mi contra, me contaminas, pero no soy tu juguete, ya no. Eres fuerte, no lo niego, y estoy herido, pero tu cobardía te pierde, ¿Dónde estabas cuando yo caminaba a paso firme? Escondido como una rata. Ahora que estamos frente a frente no pareces tan fiero, no oigo tus patrañas. No eres nada. La fuerza sin valor no es nada. No estoy solo, lo que me da el valor y el apoyo para levantarme cuantas veces haga falta. Desde el suelo se te ve grande, alto, poderoso, pero a medida que me levanto veo que sólo eres un enano cobarde. Te lo repito, no eres nada. Aún tengo cosas por resolver, pero tú no eres una de ellas, no molestes. Esta vez no. Adiós.

1 comentario:

Pues eso