4 mar 2012

La luz



Esta no es una entrada en la línea en la que llevo escribiendo en este blog, pero igualmente necesito escribirla, plasmar lo que tengo en mi cabeza últimamente.
Una luz, que en un principio se podría pensar que amenaza la constante oscuridad en la que vago y en la que siempre me había sentido cómodo, se ha encendido. Una luz tan intensa que al principio desconcierta, pero también es cierto que para ver ciertas cosas hace falta luz, y gracias a ella veo cosas que antes no veía aún teniéndolas delante de mi, nuevas oportunidades, nuevas sensaciones, nuevos sentimientos, nuevas perspectivas, un mundo nuevo, una ilusión nueva. Hoy en día esa luz es cada vez más brillante, pero no me ciega, simplemente me abre a un nuevo mundo y me guía por él, me gusta, me gusta lo que veo gracias a ella, aún desde la distancia me ilumina y me da un calor que es bienvenido. Por primera vez este autoproclamado señor de la muerte, se dirige hacia la luz, para llegar a un más que posible paraíso pronto. El camino no será fácil, pero como ya he comentado en anteriores entradas, nada de lo que vale la pena es fácil, y eso me motiva. Cada vez más convencido de ello avanzo paso a paso, sabiendo que allí estará esa luz esperando mi llegada, confiando en mí y en mis capacidades, confiando en que pronto llegaré y entonces un nuevo mundo se abrirá ante nosotros. Un paraíso, nuestro paraíso. Sólo queda un pequeño y escarpado camino, guíame luz, yo me encargo del resto.

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Pues eso